Sin importar el tipo o el tamaño de generador eléctrico que
se emplee, todos operan bajo el mismo principio que dicta la ley de Faraday:
ante el movimiento de un campo magnético se inducen corrientes eléctricas (en
sentido contrario) proporcionales a la intensidad del mismo. Dicho de otra
manera, si movemos un imán cerca de un conductor se generará una corriente
eléctrica, este fenómeno se ve incrementado si el conductor se encuentra
embobinado.
El efecto contrario también es cierto, cuando pasamos
corriente a través de una bobina se genera un campo magnético. Este fenómeno se
emplea para el funcionamiento de los relevadores, aunque finalmente este es
otro tema que no abordaremos de momentos.
Imanes, bobinas y hágase
la luz
Un imán permanente posee lo que se llama campo magnético el
cual sale de un polo del imán y llega al otro creando ondas alrededor del imán.
Al acercar un imán a una bobina estas líneas comienzan a incrementar (el flujo magnético)
y es cuando comienza a inducirse una corriente.
La corriente inducida lleva una dirección contraria a la
dirección del campo magnético, se puede seguir la “regla de la mano derecha”
para encontrar su dirección.
Las dos partes básicas de un generador son un imán y la
bobina:
Conforme el imán comienza a moverse el flujo magnético
llegará un punto en el que el flujo magnético se vuelve cero:
Finalmente al cambiar de posición el flujo magnético vuelve
a atravesar la bobina y se genera nuevamente una corriente (nótese el cambio en
el sentido de la corriente).
Finalmente la salida es una corriente alterna con una frecuencia
idéntica al giro del imán. Es importante señalar que si la bobina se mueve
mientras el imán se mantiene estático se mantiene también este fenómeno.
Generadores
trifásicos
El principio señalado anteriormente genera una corriente
alterna de baja intensidad, existen diversos mecanismos con los cuales esto se
puede mejorar: empleando imanes más grandes, incrementando la inductancia del
embobinado, o empleando varias bobinas en el sistema.
Dentro de la última categoría destacan los llamados sistemas
trifásicos, los cuales poseen tres bobinas, cada una de ellas genera una
corriente alterna con un desfasamiento de 120° (idealmente). Esta corriente
generada resulta más eficiente y ofrece mayores beneficios al momento de su
transmisión y eficiencia.